Otra de contradicciones personales con los podcasts

Hay que ser constante en el tiempo

Hay que ser constante en el tiempo

No hace mucho, os hablaba de cosas que os aconsejaba que hicieséis vosotros que yo no hacía y como soy de los que aconseja lo que nos se debe hacer porque yo no lo hago y debería, pues aquí he venido a daros otra charla sobre cosas en las que no doy ejemplo. (entendido?)

En el mundo del podcast hay que tener claro una cosa: si quieres ser escuchado, tienes que decir cosas.

Me ha quedado una frase de esas que en el futuro se citará en las grandes convenciones :-D. Es una perogrullada, lo sé, pero analicemos.

De repente un día te levantas por la mañana y decides que te vas a comer el mundo, que vas a triunfar en la vida a base de, pongamos por ejemplo, hacer podcasts. El Altísimo te ha iluminado durante la noche (eso o alguna sustancia ingerida la noche anterior), y te has visto con un micrófono en la mano, un sombrero de periodista y la idea más alucinante que se ha podido tener después de haber fumad…, haber sido iluminado por un Ente Superior.

Además, ardes en deseos de contar, de decir, de transmitir tus mensajes. Tienes los medios, tienes el tiempo…, 3, 2, 1, adelante!

Y haces el primer programa, podría haberte quedado mejor, pero no ha quedado mal, lo cuelgas, lo publicas y le das difusión por la red. Ahora a descansar…

A descansar?!!! De eso nada, hay que preparar el siguiente programa, de qué vamos a hablar, pre-producirlo, preparar los materiales necesarios para grabarlo, vover a colgarlo, publicarlo y darle difusión. Ah! y no te olvides de vigilar el anterior, es necesario ver cómo se comporta, si vamos teniendo bajadas, si nos escuchan, si nos comentan, reponder…

El caso es que hay un momento en el que puedes preguntarte: y todo esto para qué? Llevas dos o tres programas (o diez o doce), te han escuchado tres personas (incluídas tu pareja y tu madre), no hay comentarios y hay que preparar el siguente programa…, cada vez apetece menos.

Una de las cosas en las que hay una cierta unanimidad en el mundo «podcasteril» este que nos ha tocado vivir, es que hay que producir contenido de una forma constante para tener la oportunidad de llegar a algo serio. Y no cualquier contenido, hay que dar lo máximo en cada programa. Hombre, podemos flojear en uno cada X tiempo (no vamos a ser estrictos como el sargento de hierro), pero la gente espera una cierta calidad.

Esta calidad se mide en contenido relevante y en una periodicidad rítmica cuasi perfecta: si decidimos que vamos a publicar cada mes, publicamos cada mes; si es cada quience dias, es cada quince dias, si es diario, diario.

La falta de periodicidad se penaliza mucho por parte de los oyentes, que te pueden perdonar las «arritmias» en las publicaciones, si son «refans» «reincondicionales» del copón de la baraja. O sea, que están tan poseídos por la calidad que les ofreces en cada programa, que son capaces de esperar algo más de lo pactado.

Pero en general, no atender a la publicación en fecha, no gusta a los oyentes y como la oferta es cada vez mayor, la posibilidad de que encuentren algo que les guste tanto como lo tuyo y que además les respete los tiempos, no es tan baja como para no ser tenida en cuenta.

Como dice Raphael, yo soy ese: ese que no publica en tiempo, que tarda más de lo debido entre programa y programa…, y eso lo pago, porque me cuesta levantar a la audiencia cuando fallo.

Pués eso, que lo sepáis, que si os metéis en esto y queréis llegar a algo, no os debéis desanimar y producir contenido.

Besotes muy grandes a tutti.

Podcastboy


La importancia de hablar bien

Voz, locución y micrófonos

Una de las características de la radio «pre-podcasts», era que se consideraba a este medio, un medio fugaz, esto es, que si no estabas atento, te perdías el mensaje. Efectivamente, si te daban un número de teléfono que te interesaba y, o no estabas atento o en ese momento se iba la emisión, te quedabas sin la información y todo era rasgarse las vestiduras y rechinar de dientes.

Ahora tenemos los podcasts, no nos preocupa demasiado no haber escuchado la información en el momento de su emisión porque sabemos que, lo normal, es que más tarde o más temprano, aparezca el programa en las páginas web de la emisora y podamos rescatar aquello que nos interesa.

Por otro lado, estamos acostumbrados a que «hablando se entienda la gente», me refiero a que cuando conversamos con gente, nuestros interlocutores tienen en su cerebro, una especie de «dispositivo corrector de errores» que les permiten resolver ciertos fallos que a nosotros nos parecen imperceptibles o simplemente no somos conscientes de ellos.

¡Ay, amigo! Pero cuando nos enfrentamos al micro…, eso es otra cosa. Decía un gran profesor que conocí que: el micro es un cabrón, porque releja todo lo que decimos y no enmascara los fallos, es más, parece que los acentúa. A esto hay que añadir, sobre todo las primera veces que usamos ese «dispositivo diabólico», la sorpresa que nos produce el oír nuestra voz por primera vez de forma extracorporea (o sea, fuera de nosotros mismos…, momento Iker Jiménez).

No apuesto porque seguro que perdería, pero por poco, aún así estoy casi seguro que tod@s los que nos hemos grabado alguna vez hemos dicho eso de: pero esa es mi voz? (dicho en estado de shock, ojos como platos y rojos como tomates), pués sí, sí, amig@ mi@, es tu voz, con ese sonido a trompeta desafinada que jamás hubieras pensado que tenías. Pero eso no es el principal problema, porque a eso se acostumbra uno. Es cuestión de grabarse, escucharse y tarde o temprano nos vamos haciendo a nuestro sonido (Hay gente que hasta llega a gustarse!!!), es mayor el problema de mantener un discurso claro y limpio a efectos de pronunciación. Dice Emma Rodero, que la voz es cuerpo y como tal hay que entrenarla. Debemos aprender a pronunciar, a mover, a utilizar perfectamente todos los elementos que están implicados en el uso de la palabra hablada. Aprovecho la ocasión para dejaros aquí el link a una página donde ofrecen cursos de podcast y de doblaje.

En cualquier caso, para mejorar nuestra pronunciación, lo ideal es practicar, practicar y practicar. Grabarnos, escucharnos y corregirnos. Hombre! Sería bueno saber de respiración, ejercicios de máscara facial, lectura avanzada…, pero poco a poco.

Seguiremos hablando de esto y de otras muchas cosas, hasta entonces, me voy a grabar para escucharme y, si me sale mal, corregirme.

Besotes grandes

Podcast boy


Haz lo que te digo y no lo que hago

Backup

Tenía pensado poner en este post el secreto del éxito en la vida y a lo mejor, dependiendo de cómo estuviera de positivo, un par de tips de cómo llegar a los 250 años y seguir teniendo sexo de calidad.

Pero es que ayer el disco duro del mac (sí, sí, un mac…, esos que nunca fallan, que son las mejores máquinas informáticas después del zx spectrum y que han logrado enemistar a familias enteras por tener que posicionarse entre PCistas y MACeros.), y estoy desolado.

Y lo peor no es que se haya muerto el disco, lo peor es la información que atesora. Esa información que he ido recopilando a lo largo del tiempo y que al contrario de lo que la razón y los grandes gurús aconsejan sobre este tema, no estaba guardada a salvo en un backup.

Sí amigos, sí…, soy un geek de tres al cuarto, un fraude digital, una nulidad informática. Si lo digital se construye con ceros y unos exclusivamente, yo soy un 2,7 (una gracia que a lo mejor está un poco en el límite y con la que quiero expresar que no existo en lo binario jijiji)

Total, para resumir, no hagáis lo que yo hago, que es no hacer backups, y haced lo que os digo: «backapead» como si no hubiese un mañana, haced copias de seguridad hasta de los «pe2» que os tiréis: nunca se sabe cuando le va a hacer falta a uno «ventilarse» (sí, ya lo sé otra gracia un poco fuera de tono, pero no me negaréis que tiene una sonrisita…)

Y cuando os digo que hagáis backup, me refiero a que hagáis cuantos más podáis mejor, ya que uno puede no ser suficiente y hacedlo de todo el material sensible: documentos, imágenes, música, podcasts… Dicen los expertos que habría que hacer, como mínimo, tres copias en distintos formatos y soportes, porque claro, de qué nos sirve guardarlo todo en el mismo disco duro si en algún momento se nos casca y «adiós muy buenas».

Y es que no hay excusa, porque los discos duros no están muy caros y te puedes hacer con un par de ellos por no mucho dinero (desde luego, el valor es infinitamente menor al que pierdes si te quedas sin la información, házme caso…, lo sé).

Así que, ya veis, por una tontería, os habéis quedado si el secreto de una vida eterna plena de satisfacción sexual 😀

Besotes grandes

Podcast boy


Blog o no blog

Blogs

Hoy en día, el fenómeno podcast se tiene que ver como algo global, no es, necesariamente, una herramienta aislada. Como la lechuga que combina excelentemente con huevo, patata, atún y espárragos…, para hacer una estupenda ensalada, el podcast combina perfectamente con el video online y con el blog para crear un solido medio de comunicación global. (El símil está un poco forzado, no? Ya me parecía, pero acabo de comer y fue lo primero que se me vino a la cabeza)

Hoy vamos a hablar del blog como elemento de apoyo a nuestro podcast. (Oye, que a lo mejor a ti te gusta más el podcast como apoyo del blog…, pués eso también es válido…, o el video online de principal y blog y podcast de apoyo!!!). En nuestro caso hemos decidido que el podcast va a ser el elemento principal de nuestro medio de comunicación. Reservamos para su contenido, temas y realizaciones poderosas. Lo mimamos y lo cuidamos como si fuera nuestro hijo, buscamos el mejor material y lo tratamos y editamos con cariño y amor de madre/padre, para que sea perfecto. Es nuestro hijo más querido.

Pero es bueno que lo apoyemos con un buen blog que le de marchamo de continuidad, que le aporte valor añadido, que le confiera poso de autoridad. (Fijaros si es bueno tener un blog, que si no llega a ser por el hecho de que yo tengo este, no hubiese usado jamás de los «jamases», el verbo «conferir»)

Y hay que tenerlo, usarlo y alimentarlo, no hacer como yo: que los abro, escribo dos artículos y luego los abandono a su suerte. Si queremos que funciones, tenemos que trabajarlo, añadir contenido cada poco, y contenido de valor, original. Podemos «tomar prestado», que la red tiene de todo, pero imprimamos nuestro cuño, nuestro «savoir faire» (otra «pal» blog :-D), no limitarnos al copy-paste, no digo que no lo hagamos alguna vez, pero no nos pasemos.

Sí, ya…, pero de qué hablo? Pués búscate algo de lo que sepas y que te guste. o a lo mejor al revés: que te guste y que sepas, al menos que sepas buscar. El hecho de que te guste, te va a ayudar a buscar más conocimiento sobre el tema y eso se puede transmitir, porque seguro que hay gente que lo busca, a ver si te vas a creer que tienes la exclusiva en gustos raros!!!

Y te preguntarás: cómo hago, dónde publico, cómo se instala un blog???? Bueno, si a día de hoy, todavía no lo sabes, sigue este blog que en algún momento hablaremos de ello. Si no te fías de que lo haga o no quieres esperar…, busca, busca como un loco (tampoco te creas que te va a ser tan difícil), en intenné hay información de sobra sobre el tema.

Yo en cualquier caso, te dejo aquí el enlace a un video informativo sobre un curso sobre podcast que he preparado y que a lo mejor te interesa, si es así, ahi encontrarás la forma de contactar conmigo

Saluditos grandotes

Podcast boy


Hola a todos

Podcast

Sí señor, una nueva página sobre podcast, y vosotros os preguntaréis: pero, para qué?

Porque considero que no hay conciencia de lo que es y para qué sirve esta herramienta de la web 2.0.

Nos iremos haciendo eco de programas que vayan saliendo y que nos parezcan interesantes. Si tenéis vuestros favoritos y queréis compartirlos con todos, no os cortéis y hacédnoslos llegar. Para eso están los comentarios.

Para los que no sepáis que es un podcast os dejo la definición de la Wikipedia sobre el asunto:

«El podcasting consiste en la distribución de archivos multimedia (normalmente audio o vídeo, que puede incluir texto como subtítulos y notas) mediante un sistema de redifusión (RSS) que permita opcionalmente suscribirse y usar un programa que lo descarga para que el usuario lo escuche.»

Dicho así, parece grave y aburrido: «archivos», «RSS», Sistema…», pero nada más lejos de la realidad.

Lo cierto es que el podcast es lo que se podría denominar la radio 2.0, es decir la radio que distribuye sus contenidos utilizando internet. Eso quiere decir que los creadores de contenidos, utilizan la red de redes como medio para enviar su mensaje.

Esto que parece poca cosa, dicho así rapidamente, es «la pera limonera», porque permite a todo el mundo (y con «todo el mundo», me refiero a todo el mundo que pueda tener acceso a un ordenador, tablet, teléfono movil y a internet), a realizar sus propios contenidos…, sus propios programas.

Las radios tradicionales, las que utilizan el aire y las ondas radioeléctricas, se están viendo superadas por un fenómeno que democratiza el acceso a la información, a la formación y al entretenimiento. Hasta hace no pocas fechas, si querías abrir una emisora (o cualquier tipo de medio de comunicación), tenías que tener una cantidad abusiva e indecente de dinero o contar con unas buenas amistades (y por buenas amistades no me estoy refiriendo al amigo que te lleva sopita caliente a casa cuando tienes un catarro «de narices» – es que a veces soy la leche: lo bien que las hilo!!!), me refiero a gente que tiene el poder para conceder frecuencias radiofónicas o televisivas. Grandes batallas (y abusos) se han perpetrado por la obtención y concesión de una de estas frecuencias.

Pero es que ahora (por el momento…, y a ver hasta cuándo), Internet es un campo al que es muy difícil ponerle puertas, y eso, se mire por donde se mire, es bueno.

Total, que las radios tradicionales se han «disfrazado» de modernas, y van colgando sus programas -los que realizan para sus emisiones habituales-, en páginas web en las que no han tenido más remedio que volcarse.

Frente a esto y anteriormente, ha habido gente , que crece en número, que teniendo ganas de contar cosas, de comunicar su historia, conocimiento, simpatía…, o simplemente con ganas de hablar, se ha dado cuenta del potencial que se abría delante de sus ojos y empezaron a hacer sus propios podcasts.

Bueno, como introducción, no está mal. Me dice wordpress que llevo cuatrocientas noventa y seis pa…, ah no, quinientas palabras y subiendo. Yo creo que ya está bien, que no estoy acostumbrado a escribir tanto y me va a dar un «pallá»

No me quiero ir sin dejaros un link a uno de esos podcast de gente de «agua y jabón por las mañanas». Desde Vociferando, página de buena gente, entresaco hoy el último post a día de hoy, que presenta el podcast que se realizó con Tomás Fernando Flores, director de Radio 3, de RNE, en el que se habla de cosas interesantes sobre la radio actual y el podcast. Que lo disfrutéis, aquí os lo dejo.

Besotes grandes

PodcastBoy